domingo, 21 de septiembre de 2014

Natascha Kampusch‎




Marzo, 1998

El 2 de marzo de 1998, Natascha dejó su residencia en el distrito de Donaustadt en Viena para asistir a la escuela, pero nunca volvió a su casa. En un primer momento se manejó la hipótesis de que la desaparición estaría relacionada con el nucleo familiar y esto fue por reiteradas discusiones entre la niña y su madre, Brigitte Sirny. Sin embargo, en seguida un testigo declaró haber visto a Natascha subir a una camioneta blanca y otros dos testigos dijeron que habían visto las letras G o GF (de Gänserndorf, un distrito de la Baja Austria) en la placa del automóvil. Se investigó exhaustivamente pero sin éxito alguno.
Se examinaron al menos 700 automóviles, incluido el del verdadero secuestrador
Přiklopil, quien vivía en Strasshof an der Nordbahn en la Baja Austria, cerca de Gänserndorf, solamente 30 minutos de Viena en coche, como parte de la investigación en la que se entrevistaron a todos los que poseían furgonetas blancas como la que habian visto los testigos. Aunque el verdadero secuestrador indicó que en la mañana del 2 de marzo de 1998 estaba solo en casa, no se emprendió ninguna investigación adicional. La policía quedó satisfecha con su explicación del motivo por el que el propietario poseía la furgoneta blanca: transportar escombros, ya que Přiklopil hacía trabajos de construcción en su casa. Además, carecía de antecedentes penales.
El captor de Natasha
En 2001 se acusó a la familia de la niña de complicidad en el caso. La policía federal austriaca, sin embargo, no encontró ninguna prueba para tal afirmación a pesar de las investigaciones que se llevaron a cabo.

Natascha estuvo secuestrada durante muchos años y mientras su confinamiento vivió en una especie de celda a 2,5 metros de profundidad y sólo 5 m² (2,78 m de largo por 1,81 m de ancho y 2,37 m de alto) en el sótano de la casa de su captor. Era cerrado, sin ventanas ni luz del día y poseía una puerta de acero.
A Kampusch no se le permitió salir durante sus primeros años de cautiverio. Estuvo seis meses encerrada en la celda... solamente luego de ese tiempo pudo subir, por primera vez a la casa para lavarse. Pasados dos años del secuestro tuvo acceso a una radio para escuchar noticias, es decir un primer contacto con el mundo exterior. Y más tarde, desde junio de 2005 tuvo permitido salir al jardín de la casa regularmente.
Solamente después de febrero de 2006 se le permitió salir de la casa en una ocasión.
Durante su cautiverio, Přiklopil le suministró libros y la educó. Kampusch dice estar orgullosa de haber escapado de las tentaciones del mundo exterior, como las drogas, las malas compañías y el alcohol. Y al mismo tiempo la gente que la conoció luego del largo secuestro aseguró que era increible lo correcta que era y lo instruida que estaba, dado que se expresaba con mucha educación.
Přiklopil amenazaba a Natascha con matar a quien ella le pidiera ayuda y también amenazaba con suicidarse si ella escapaba. Natascha en una ocasión dijo haber imaginado y hasta soñado que si hubiese tenido un hacha le habría cortado la cabeza a su captor, aunque desechó rápidamente dicha idea.
Přiklopil solía festejar con la niña (y luego mujer) los cumpleaños, pascuas y navidad, entre otros. También le hacía regalos.
El 23 de agosto de 2006, Natascha estaba en el jardín de la casa limpiando el automóvil de su secuestrador, y aprovechó un momento de distracción de Přiklopil para escapar. Eran las 12:53 pm. Pidió ayuda a una mujer de 71 años, conocida como "Inge", quien no entendía qué había pasado. Natascha temía ser descubierta. "Tenía el temor de que esa persona (Přiklopil) asesinara a esa mujer, o a mí, o a ambas", recuerda. La mujer avisó a las autoridades y Natascha fue llevada a una estación de policía en la ciudad de Deutsch Wagram. Cuando estuvo ante la policía, se presentó diciendo: "Soy Natascha Kampusch, nacida el 17 de febrero de 1988". La joven fue identificada, en primera instancia, por una cicatriz en el cuerpo y luego por su pasaporte y una prueba posterior de ADN.
Fue encontrada en un estado físico relativamente bueno, si bien estaba pálida (a falta de luz solar) y pesaba sólo 42 kg, el mismo peso que tenía al desaparecer ocho años antes. Su estatura había crecido tan sólo unos 15 cm.
Sabine Freudenberger, la primera oficial de policía que habló con ella, dijo estar impresionada por "su inteligencia, su vocabulario".
Wolfgang Přiklopil fue buscado intensamente y antes que lo encontraran se suicidó saltando a las vías de un tren de las afueras de Viena.
Hubo especulaciones de que Kampusch sufría del Síndrome de Estocolmo (esto es cuando un secuestrado se "enamora" de su captor y/o siente profunda admiración). Ella lo negó y calificó a su captor como un "criminal". Hubo varias declaraciones y controversias acerca de esto, pero quien lea el libro que escribió la joven posteriormente a su liberación, podrá entender los sentimientos encontrados.
Poco después de la liberación de la joven, su padre abrió una cuenta en un banco austriaco con el fin de recaudar fondos para Natascha, ya que ésta requeriría durante años un tratamiento psicológico para superar los traumas sufridos durante su cautiverio.
Luego de unos años, se abrió la causa nuevamente ya que muchas cosas se pusieron en tela de juicio. Se puede encontrar toda la información detallada en el siguiente artículo:

http://misionescuatro.com/ampliar.php?id=33756
Abril, 2006


El 10 de abril del año 2006 en España, Sevilla, en la localidad de Dos Hermanas, Josué Monge García era un niño de tan solo 13 años que había decidido pasar la noche con un amigo del vecindario vecino. La casa de Josué y de su amigo estaban separadas por muy poca distancia y una vía de tren. El niño tomó su bicicleta y dejó su domicilio para aventurarse en una noche de diversión; pero lo que nadie sabía era que el pequeño Josuá no pasaría la noche en casa de su amigo y tampoco regresaría a la suya. Aquella tarde en la que tomó su bicicleta y su familia lo vio salir por la puerta, fue la ultima vez que se lo vio a Josué. Allí quedó el recuerdo de su última imagen.
En una primera instancia se manejó la hipótesis de que Josué había abandonado el hogar por motus propio dado que sus notas escolares no eran buenas y debería dar 8 asignaturas que estaban desaprobadas y quedaban pendientes. Pero esta hipótesis perdió fuerza y misterio se agudizó aún más cuando unos 13 días después de la desaparición, el padre de Josué, quien estaba completamente desesperado porque la investigación no arrojaba datos acerca del paradero de su hijo, tomó su camioneta blanca que pertenecía a la empresa a la que trabajaba y salió en busca de su pequeño. Y entonces Antonio Monge, padre de Josué, tampoco regresó a su casa y se lo notificó como



desaparecido. En un lapso de 13 días padre e hijo habían desaparecido en extrañas circunstancias.
Con el paso de los días, comenzó a saberse más acerca de cómo era el núcleo familiar de los Monge García. Se supo que la familia no estaba pasando por el mejor momento dado que el matrimonio estaba en pleno tramite de separación y divorcio. Por esa razón una nueva hipótesis se formó alegando que Antonio Monge habría matado a su propio hijo Josué y luego se habría quitado la vida. Frente a esta afirmación que tomaba más y más fuerza con el paso de los días, Maria Isabel García Chamizo, madre Josué y esposa de Antonio, declaró ante los medios:  “Conforme pasa el tiempo, la hipótesis que más fuerza tiene para la Policía es que mi marido mató a mi hijo y luego se quitó la vida. Yo estoy casi convencida, al 95%, de que mi hijo no está con vida, pero me quedan las esperanzas propias de una madre”. 
Nada se sabe aún en la actualidad acerca de Josué Monge y mucho menos de su padre.
Aún hoy siguen los interrogantes. Muchas son las preguntas y pocas las respuestas.
¿En dónde está Josué?